Pareja marroquí que estaba de viaje en España y hacía escala en Zaragoza
En fin…no vamos a juzgar las ‘costumbres’ de cada uno, pero estos hechos han ocurrido en Zaragoza. Juzguen ustedes mismos.
Una pareja de recién casados de origen marroquí acabaron el año en comisaría en Zaragoza. A.M, de origen marroquí y de 33 años, acusado como presunto autor de un delito de violencia de género y su mujer, de 24 años, como víctima de la agresión.
La pareja se encontraba de viaje de recién casados por España y hacían escala en Zaragoza cuando ocurrieron los lamentables hechos.
Al parecer, varios testigos presenciaron como el hombre abofeteaba y zarandeaba a la mujer. Más tarde, el propio hombre reconoció a las autoridades que golpeó a su mujer por cómo iba vestida y maquillada.
Según ha podido saber HERALDO, los hechos se produjeron en torno a la una de la tarde del pasado 30 de diciembre a las puertas del hotel NH Ciudad de Zaragoza, situado en la esquina del paseo de Echegaray y Caballero con la avenida de César Augusto. Según consta en el atestado policial, fue otra mujer extranjera hospedada en el establecimiento quién presenció cómo A. M. zanjaba una discusión con su pareja pegándole una fuerte bofetada. La víctima huyó atemorizada y trató de ocultarse en una sala del hotel, donde la encontró después el agresor agachada y muy alterada.
La gobernanta del hotel fue la que tuvo que intervenir para separar a la pareja y llamó rápidamente a las autoridades. El presunto agresor y la víctima solo hablaban árabe, por lo que resultó complicado entenderse con ellos al principio. Sin embargo, gracias a una trabajadora del establecimiento, también nacida en Marruecos y que hizo de intérprete, los agentes pudieron hablar finalmente con el matrimonio.
La pareja lleva cinco años de relación y se habían casado recientemente. La propia ‘víctima’ explicó a la policía que su pareja le comunicó de forma agresiva que no iba a dejarla salir a la calle con esa vestimenta y maquillada de esa manera, por lo que se inició una fuerte discusión. Poco después admitió a las autoridades que también la abofeteó. No obstante, le costó admitirlo.
El propio agresor reconoció a la policía que sí discutieron por su forma de vestir, aunque en el juzgados se acogió a su derecho a no declarar.
En cualquier caso, el hotel cuenta con un sistema de cámaras de vídeovigilancia que habría recogido tanto la disputa como la agresión. De hecho, los agentes que se trasladaron al establecimiento pudieron visionar las imágenes y ver cómo, tras abofetear a su esposa, ella salió corriendo y él fue detrás. Y cuando la encontró agazapada en una esquina, empezó a gritarle, obligando a la gobernanta del hotel a separarlos.
El supuesto agresor pasó la noche en los calabozos y cuando salió su mujer, la víctima de la agresión, le estaba esperando en la puerta. Por cierto, no ha solicitado orden de alejamiento.
Desde aquí le deseamos una luna de miel más que placentera…