Enviado a un funcionario
Gran trabajo. Los artificieros de la Guardia Civil desactivaron a primera hora de la tarde de ayer un paquete bomba en la cárcel de Zuera dirigido a un funcionario.
Dicho paquete bomba fue neutralizado en el aparcamiento del centro penitenciario y lo había llevado al lugar un funcionario que, precisamente, iba a examinarlo en el escáner del recinto.
El trabajador, delegado del SCIF, recibió el paquete en la sede del sindicato hace dos semanas y no lo había abierto porque le resultó sospechoso (no coincidían remitente y sello).
El sindicalista, aprovechando que tenía una reunión en el centro penitenciario de Zaragoza, se llevó el paquete pata que el escáner del centro de allí lo analizase.
Efectivamente, el análisis dejó bien claro que en el interior del paquete, bastante grueso, había cables y sustancias sospechosas, por lo que rápidamente se llamó a los artificieros de la Guardia Civil.
Tras examinarlo, han decidido trasladarlo con un robot a la explanada del aparcamiento de la cárcel y, tras preparar el espacio y protegerlo para evitar que nadie resultara herido, lo han detonado. Fuentes de la comandancia de Zaragoza han explicado el miércoles que los especialistas recogieron muestras del artefacto para ser analizadas y que serán remitidas al Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil.
Agentes de Servicio de Información de este Cuerpo han abierto una investigación para averiguar tanto qué persona está detrás de la elaboración del artefacto, como la motivación para enviárselo al funcionario. El trabajador está liberado sindicalmente pero, según explicaron fuentes de CSIF, acude algunas horas a la cárcel. Se desconoce si puede ser obra de algún recluso resentido o, por el contrario, no tiene nada que ver con su trabajo en el centro penitenciario, como bien ha informado policiah50.
