Artículo de Nicolás Muñoz
En el corazón de París, azotado por la multiculturalidad, el desorden sistemático, el caos y la nula seguridad que es el verdadero sinónimo donde radica, la palabra libertad.
Nuestras pupilas e iris han sido testigos oculares del asesinato de la pre adolescente, púber que responde al nombre de Lola Daviet, una chica a la que un atajo de salvajes incívicos e indeseables han violado y posteriormente descuartizado, hallada en el maletero de un vehículo.
Este homicidio, carecerá de repercusión mediática debido a la magnitud de los hechos acaecidos, precisamente porque no es de notoriedad porque era una joven de rostro y tez semblante que emanaba pureza y radicaba feminidad, con un precioso cabello rubio.
La hipocresía y doble rasero del progresismo nauseando y aburguesado del que hay que erradicar, siendo más letal que la peste bubónica es la burguesía, actualmente en el funesto Siglo XXI travestida con capas de transgresores, cuando en sus lujosos barrios no padecen este tipo de tribulaciones.
Una sociedad como es la occidental, que no lee, pero es adicto al IV poder, la peor droga que existe en la faz de la tierra, es una sociedad abocada hacia la descomposición.
No se puede poner tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias que diría el verbo de la tradición; Juan Vázquez de Mella, eso sí rehúsan de formarse y documentarse, los propios franceses en torno a figuras enclavadas en el término de la nouvelle droite, en el que se extraen figuras destacadas como, Alain de Benoist o Dominique Venner.
Penetrando en la raíz sistemática del árbol frondoso, de raíces profundas y tallo grueso, podemos hallar también a René Guenon, la formación hilvana con la revolución, siendo una correa de transmisión conforme a la tradición.
No solamente España está infestada de multiculturalidad, sino Gran Bretaña, Francia, Alemania o Suecia, están acatarrados y padecen salitre como los mineros. Un corazón marchitado oscuro invade Europa, mientras en otros continentes como África o Asia, preserva la racialidad e identidad sin ningún tipo de odio o menosprecio hacia otras culturas, primando el origen de procedencia, incluyendo el IUS SANGUIS e IUS SOLI.
De hecho hay líderes que se basan en torno a la esencia de la raza que son destacados pan africanistas como: Kémi Séba, adscrito actualmente ala IV Teoría política o Malcom X, estos al ser afroamericanos y profesar la religión islámica, al menos. Malcom X que fue asesinado el 21/2/65 en Nueva York, teniendo maneras de proceder muy distintas con Martin Luther King, porque profesaban religiones muy dispares, la Bautista por parte de King y por parte de Malcom, la islámica.
La acérrima defensa del racialismo no se basa en una inquina por parte al extranjero, sino su raíz radica en que no es compatible con otro tipo de culturas.
Occidente está tan contaminado de globalismo, que precisamente es ahí donde no demuestra agallas a la hora de defender con creces, la tradición cristiana y permite que niñas como Lola Daviet, sean asesinadas en el corazón de Europa, por bereberes.
No me agradaría tirar de tópicos. Pero los intrusos sean musulmanes o gitanos, terminan siendo un problema a la larga o a la corta, comportándose como auténticos mercheros.
No se debe a una generalización, pero algunos tópicos o dichos populares que se suelen escuchar en las tabernas de Baco, a veces son más certeros que cualquier “diagnóstico” progresista de un profesor universitario que se ha quedado anclado, en mayo del 68 y que parece extraído de la cinta, dirigida por Denis Hopper, Buscando mi destino cuyo título en inglés es: Easy rider.
Volviendo a la pobre víctima asesinada; Lola Daviet, el enemigo es la raza blanca que es sustituida paulatinamente y progresivamente por un tono de color más parecido a las cuevas de Altamira que al blanco que simboliza además la paz.
¡Ay! Aquellos que no son más que mugre, llenando el Mar Mediterráneo, Cantábrico y el océano atlántico de intrusos que no dudamos que vengan con malas intenciones, pero en Nuestra Empresa, no podemos prescindir de una fuga constante de cerebros porque resulta que al final.
Uno es extranjero en su tierra y pese a que muchos hayan nacido en España. Porque sus generaciones venideras han “prosperado” aquí es un síntoma de que el problema no viene de ahora, sino de tiempos pretéritos.
El posicionarse con posturas abiertamente identitarias, no implica el uso desproporcionado de la violencia, pero no va reñido con el pacifismo, una filosofía, ética o estilo determinado particular que consiste en que la posición debe de ser beligerante, no solo con los padres de las criaturas que incluso sin tener una base, llegan a ser más ortodoxos que sus progenitores ya que reproducen ocularmente, por medio de la fuerza física, aquello que ven en sus domicilios particulares.
Orbe globalizada
¿De veras que España, Francia, Alemania, Italia, Suecia o Finlandia puede permitirse convivir en un Orbe globalizado en el que predomina todo lo extranjero, menos lo autóctono?
Abro la pregunta como los centros de Menores de edad, no acompañados cuyo acrónimo es el de MENA. Porque son menores de edad, no acompañados, abandonados a su merced por sus padres. El estrago que causan solo es equiparable al que hacen sus dirigentes, en sus respectivos países de origen.
La culpabilidad no recae solamente en los verdugos de nuestros niños europeos, sino también en organizaciones “altruistas” como Save the children o la cruz roja que fagocitan el denominado efecto llamada.
Las consecuencias en Francia han sido las siguientes: una menor de edad torturada y descuartizada por argelinos, ocultándose la procedencia y nacionalidad de las alimañas que se les debería de aplicar la ley del Talión. Mientras, los medios de comunicación operan de esta determinada manera tan burda, para no alimentar al monstruo de “la extrema derecha”.
Cuando formaciones políticas como Vox defienden a ultranza la denominada “inmigración legal” es decir a los “mulatos de bien” o persas hijos de imanes con posibles o Hispano Americanos vinculados al yunque, es entonces cuando el dinero carece de Patria y su concepto de España, cabe en una insignificante caja de zapatos. Mientras Europa brilla por su ausencia, pagando las consecuencias la savia joven, un genocidio permitido contra la raza blanca.
La raza, la sangre y el honor han de ser la mejor garantía para así a posteriori, poder asegurar nuestra propia supervivencia, actualmente vemos en el ejército, hombres y mujeres procedentes de Hispano América, luego veremos africanos o musulmanes que mientras pasen generaciones y generaciones serán más “españoles” que los que se caracterizan de ser folclóricos y de pata negra.
Mientras la progresía y conjunto de una izquierda y pseudo populistas que parten de una retórica “Nacionalista” penetrarán en las briznas y capas de esos barrios para atraer a una masa como se atraía antiquísimamente en el paleolítico y neolítico a los hombres con símbolos rudimentarios.
Francamente, nos ha de traer sin cuidado, no la bandera Nacional que es patrimonio del pueblo español, pero sí especialmente de las clases populares y los autónomos que han de pasar por un calvario muy tortuoso, mientras el Estado asegura una materialidad al extranjero y ejerce un mal uso ya que no es corrupto el Estado, al contrario necesario y que corrompen los hombres, especialmente los paganos que padecen el síntoma de la democracia.
La multiculturalidad es perjudicial
La multiculturalidad es perjudicial como ya hemos visto con Lola Daviet, a la que unos indeseables argelinos e intrusos permitidos por la funesta casta política han asesinado brutalmente, la clase política francesa es cómplice ya que son los que abren las puertas de Europa de par en par, cuando hay que abrir ventanas como la de Overton,para que no entre olor a humus.
El color ocre y blanco son compactos, es el negro y gris quien destiñe y enturbia el paisaje en base al espíritu de pueblo.
Lola Davieta, requiescet in pace.