Un artículo de Rodrigo Pardo Pimentel
Cuando aparece Vox en el panorama político español una de sus banderas de enganche era que la abstención no cabía en un político de Vox, que Vox siempre tiene una posición sobre las propuestas de otro partido político o en los debates que surjan en la sociedad.
Este principio lo vemos vulnerado y pisoteado en cada sesión plenaria en la Asamblea Regional de Murcia por Pascual Salvador, el «único diputado de Vox», que se abstiene en muchas de las iniciativas parlamentarias. En el último Pleno se abstuvo, me imagino que, siguiendo órdenes, en una moción del PSOE sobre tasas universitarias, ¿es que Vox no sabe lo que quiere hacer? ¿son éstos los que quieren gobernar en la Región de Murcia? ¿no saben cuál es su modelo de Universidad?
Avergüenza ver como un movimiento que ha atraído a miles de españoles por sus posiciones claras y fijas ahora se abstiene y no defiende ni propone soluciones para nuestra sociedad.
No son de extrañar los fichajes que está realizando Antelo, presidente de Vox Murcia, fichando como si se tratara de un equipo de baloncesto a personajes anodinos que ni se conocen sus valores y principios políticos ni morales y por supuesto su inexistente activismo en la defensa de España.
El último fichaje de Antelo de Finabel Martínez es para nota, exalcaldesa de Ciudadanos en el pueblo de Fortuna, alcaldesa por la gracia de Podemos y el PSOE ¿ahora es una patriota de Vox? ¿ahora tiene sus principios? ¿qué opina del aborto y la eutanasia? ¿es liberal, conservadora, nacionalsindicalista, tradicionalista o simplemente OPORTUNISTA?
Los dirigentes actuales de Vox han propiciado que Vox no tenga esa claridad en los principios que dice defender, sus documentos de las “100 medidas” o “La agenda España” parecen salidos del CIS de Tezanos y maquillados por expertos en marketing político. ¿Profundidad y claridad ideológica? Ninguna.
No es de extrañar la pintada de hace unos días en la sede nacional de Vox en Madrid: TRAIDORES.
Esperemos que no lo sean.
