Un artículo de opinión de Rodrigo Pardo Pimentel
A medida que vamos conociendo los candidatos a los diferentes puestos de representación en los ayuntamientos de la Región de Murcia y en la Asamblea Regional nos vamos quedando estupefactos con la elección de las personas ungidas por el dedazo del “Rey Sol”.
¿Alguna persona que sea conocida por algún logro personal?
¿Algún conocido por su labor en la sociedad?
¿Cual es la razón de que personas valiosas no quieran saber nada de encabezar las listas electorales de Vox?
Es fácil responder a la última de las preguntas formuladas. Los cuatro años de poder de Antelo y Gestoso en Vox Murcia han ido minando la entrega y la ilusión de cientos de afiliados y militantes que creían en el proyecto Vox y que han comprobado que los únicos valores que representan estos dos personajes son la sumisión, la mediocridad y sus ansias de poder. Estos son los elegidos como los números uno de Vox.
No podemos olvidar que estos intrigantes son los que han laminado a los anteriores cabezas de lista de las ciudades de Murcia, Cartagena, Águilas, Puerto Lumbreras, Totana, Las Torres de Cotillas, San Pedro del Pinatar… y a los diputados regionales. Cualquier persona con dos dedos de frente y con un mínimo de prestigio en la sociedad puede ponerse en manos de personas que no tienen ningún escrúpulo, que por sus propios intereses eliminan a cualquier cargo electo que les lleve la contraria y tan fácilmente como poner en marcha un proceso interno de expulsión.
Otra de las razones de que estén saliendo en estampida los militantes más comprometidos y que no quieran acercarse personas con valía sin experiencia política es la elección de ‘viejos’ políticos profesionales del Partido Popular y de Ciudadanos como cabezas de lista o en posiciones de salida en las listas de Vox ¿Alguno de ellos va a cambiar algo? ¿Esto era lo diferente de Vox? ¿Cómo se atreven a decir que «solo queda Vox» cuando lo llenan de políticos profesionales y que se venden al mejor postor?
Menudo ridículo en la elección de candidatos, por ejemplo, en Cartagena y en Fortuna.
La mediocridad se ha apoderado de Vox, especialmente en Murcia. Los mediocres lo dirigen y los mediocres dirigirán la política de Vox. Lo peor no es esto, lo peor es que Vox España aplaude con las orejas.
