Artículo de opinión de Carlos León Roch
Otra vez 20-N… 86 años del asesinato “legal” de José Antonio. Otra vez un grupo de cartageneros, a las SEIS de la mañana, hemos conmemorado el día; hemos rezado por su eterno descanso…”y a nosotros se nos niegue hasta lograr la España difícil y erecta que él ambicionó”.
Y ya en la calle, tras la ceremonia, ante unas tenues luces del nuevo alba, la tradicional lectura del estremecedor testamento joseantoniano; el emocionado canto del “Cara al Sol”, ese generoso himno de amor y de honor. Y el ¡Arriba España! Final.
Todo ello ante la fachada de la basílica de la Caridad, como siempre. Y, como siempre, un joven camarada se ha encaramado – ayudado- al alero de la fachada, para depositar, como siempre, las ”cinco rosas simbólicas” en el espacio en que, durante decenios estuvo una hermosa placa de mármol y bronce con el escueto... “José Antonio Primo de Rivera”…PRESENTE…
(Aún debe sentir remordimientos, el que, innecesariamente, mandó retirarla)
Y allí, al ”fresco” de la amanecida, tres generaciones de cartageneros – las dos anteriores rezaban en los luceros- mantuvimos la emoción y reafirmamos la esperanza y la fe en una doctrina de síntesis transmitida desde la ejemplar vida (con sus humanas y reconocidas debilidades) que la atroz muerte no desdibuja.