A continuación, carta remitida por la propia concejala
Otro, otra más. Van muchos. Vox Murcia debe hacérselo mirar. Tal vez el problema del partido comandado por Abascal en la CARM está dentro del propio partido y sus ‘cabecillas’. Son muchos casos ya. El enemigo de Vox es el propio vox en Murcia.
Comunicado de Nuria Almagro:
Con agradecimiento profundo a todas las personas que me han mostrado su simpatía y amistad a lo largo de estos tres años de legislatura, anuncio que dejo mi acta de concejal del Ayuntamiento de Águilas. Es mi deseo igualmente mostrar mi reconocimiento a todo el personal del ayuntamiento y a cada uno de los miembros de la Corporación Municipal por ser, ante todo, compañeros y vecinos; si bien, he de hacer especial mención a mis compañeros en la oposición, GM Popular y C’s, dado que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa y la mayoría de veces hemos actuado como un solo grupo, demostrando así la solidez y fortaleza que solo la unión y el consenso pueden ofrecer.
No haré crítica ni daré mi opinión sobre nadie. La crítica, aunque tentadora, no construye nada positivo. Sí mencionaré, por tratarse de hechos objetivos, que he denunciado ante el Comité de Garantías al presidente de Vox Murcia, ilegítimo en virtud de sentencia nº11/2022 de 18 de enero de 2022, por presuntas irregularidades y falta de ética; he denunciado ante este mismo comité del partido a varios cargos de Murcia y Madrid por las presiones recibidas para actuar en contra de mis principios como jurista, siendo un ”Si no, veremos”, uno de los mensajes recibidos por un cargo de confianza de un diputado nacional para disuadir mi actividad de investigación y denuncia ante los muchos hechos de dudosa coherencia con las proclamas del partido; he presentado querella contra un cargo de Vox Murcia por un presunto delito contra el honor, tras haber sido incluida en un documento junto a otros cuatro concejales de la Región, de los cuales dos ya han abandonado el partido; he denunciado ante la Fiscalía de la Región de Murcia a un concejal del PSOE y a un miembro de Vox, antiguo concejal del PP, ambos por un presunto delito de prevaricación en relación con el asunto investigado sobre la adjudicación de contratos a Cruz Roja Águilas; asunto éste para el que, a pesar de su importancia y gravedad, nunca conté con el apoyo de Vox, presentando yo sola, por mis propios medios, recurso de nulidad y siendo por ello testigo clave en el juicio.
Mi experiencia como concejal me ha llevado a reflexionar acerca de la política basada en la dualidad y a creer que la revancha, la discusión y la división permanentes sólo producen frustración en la sociedad, trasladando esa constante confrontación a los ciudadanos. Por eso, como decía el gran Federico García Lorca, también “Yo denuncio a toda la gente que ignora la otra mitad.”. Y aquí puedo afirmar que cualquier partido que en su seno interno se comporte de forma totalitaria y antidemocrática, no puede ofrecer apertura y diálogo a la sociedad; que un partido que emplee tácticas de amedrentamiento y coacción a quienes alzan la voz no puede traer justicia y seguridad; que un partido que no vea oponentes sino rivales, que juegue a generar miedo y odio hacia el prójimo por razón de su origen, ideología o creencias y cuyo único argumento frente a quienes no comparten sus ideas es el pueril victimismo y el insulto, no puede traer paz social ni respeto por la vida; que un partido que denigre a una mujer no puede erigirse en patriota, pues por su ignorancia supina no sabe que ser patriota no es disfrazarse con banderas y abalorios, porque la patria es femenina y la patria es madre.
Algunas personas me preguntan ¿a quién votamos?, que es tanto como preguntar “Quid est veritas?”, pero nadie quiere como respuesta reconocer lo incómodo que es ver que, en general, la política va por un lado mientras la vida va por otro. Quizá, las preguntas que debiéramos hacernos antes de votar a un candidato y su equipo sean: ¿Qué preparación académica y experiencia profesional acreditadas tiene? ¿A qué se dedicaba antes de estar en política? ¿Tiene un puesto de trabajo, un oficio, al que volver después de la política? ¿Puede su experiencia vital aportar luz a la esfera pública?
En cualquier caso, como ciudadanos debemos aspirar a la verdad y la excelencia, entendiendo que la verdad es una búsqueda a través del diálogo honesto y el respeto a la moral y la ética y la excelencia es hacer lo correcto en cada momento, sirviendo al mundo y a los demás ofreciendo lo mejor de nosotros mismos.
Ha sido un honor haber sido vuestra concejal. Muchas gracias a todos.