sábado, julio 27, 2024

Maltrato Infantil: 220 Organizaciones de 30 países, hermanadas en este día para defender y proteger la infancia a nivel mundial

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Un artículo de Frânkmâ Cañas Romero

El martes 25 de Abril se celebró el día Internacional contra el Maltrato Infantil bajo el lema: “NO SOLO DUELEN LOS GOLPES”, fecha en la cual, también se conmemora en bastantes países, el día contra el Síndrome de Alienación Parental. En esta jornada tan señalada, 220 Asociaciones de 30 países en los 5 continentes se unen llevando a cabo diferentes actos, que consisten en manifestaciones, concentraciones, seminarios, debates, charlas, e incluso ponencias en cámaras de diputados o senadores, con el objetivo de concienciar a la población mundial de que debemos proteger y defender a la Infancia, reivindicando sus derechos, para poder conseguir exterminar una de las pesadillas más horribles que existen para el ser humano, el Maltrato Infantil, donde muchos menores que la padecen no tienen la oportunidad de disfrutar de una de las etapas más hermosas de la vida, pasando de una época que en principio debería ser dorada, a vivir en una oscuridad mental y tenebrosa por el resto de sus vidas.

En mi opinión, maltrato infantil es; “cualquier forma de abuso o desatención, por parte de los progenitores, tutores legales o cualquier mayor de edad, realizada voluntaria e intencionadamente hacia un menor de 18 años, ya sea, en forma de daño físico o psicológico, pudiendo ser llevada a cabo de manera violenta, abuso sexual, abandono, negligencia, explotación o de cualquier otra índole que vaya o pueda ir en perjuicio de su salud, evolución o la dignidad del menor, poniendo en grave riesgo su supervivencia, amenazando su desarrollo integral, pudiendo ocasionar a su vez desequilibrios psíquicos y traumas en su futuro”.

“A las puertas del primer cuarto del Siglo XXI,

la humanidad sigue teniendo una Asignatura Pendiente

con la Infancia… Defender y Proteger sus Derechos”

Estamos, casi llegando, a las puertas del primer cuarto del siglo XXI, donde se siguen cosechando logros muy remarcables a nivel mundial, en muchos aspectos, pero que por el contrario, la civilización sigue teniendo una gran asignatura pendiente; Proteger y Defender a la Infancia. Sin embargo, la gran mayoría, prefieren estar interesados en otro tipo de temas, inclusive por parte de la Justicia, sumiéndose entre todos en un infinito letargo, olvidándose de la fragilidad de los menores y de la desprotección que sufren a nivel general, globalmente.

El maltrato infantil es un problema mundial con graves consecuencias que se arrastran toda la vida. Últimamente, se han realizado numerosas encuestas de ámbito nacional en varios países de renta baja y media, resultando bastante complejo, el poder ofrecer datos exactos sobre esta situación, ya que es un problema muy enrevesado y complicado de estudiar porque se siguen desconociendo en la actualidad las circunstancias reinantes en muchas naciones. Los datos actuales arrojan cifras muy variables según el país y el método de estudio utilizado en función de diferentes factores, como; definición de maltrato, tipo utilizado, cobertura, calidad y veracidad de las estadísticas “oficiales” además de la “predisposición” de las propias víctimas, progenitores o tutores legales para facilitar una información en las encuestas que se les pide completar.

Según los estudios Internacionales realizados, los informes que ofrece la Organización Mundial de la Salud (OMS), son realmente alarmantes:

Casi tres de cada cuatro niños, de entre 2 y 4 años (unos 300 millones), sufren con regularidad castigos corporales o violencia psicológica de la mano de los progenitores, tutores legales o cuidadores. Una de cada cinco mujeres y uno de cada trece hombres declaran haber sufrido abusos sexuales cuando tenían entre 0 y 17 años.

120 millones de niños han sufrido alguna relación sexual forzada

120 millones de niñas y mujeres jóvenes, de menos de 20 años, han sufrido alguna forma de relación sexual forzada. El maltrato infantil engendra, entre otras cosas, problemas de salud física y mental que duran de por vida, sin olvidar que sus consecuencias sociales y laborales, pueden a la larga, ralentizar el desarrollo económico y social de un país.

Con frecuencia, el maltrato infantil queda oculto. Solo una parte de los niños que son víctimas de malos tratos reciben en algún momento el apoyo de profesionales de la salud, además de querer contar su historia denunciando la situación. Un menor, que haya sufrido abusos o maltrato, tiene mayor probabilidad de abusar o actuar de forma agresiva contra otros, cuando llega a la edad adulta, de tal modo, que la violencia se transmite de una generación a otra. Por ello, es crucial interrumpir este ciclo de violencia y al hacerlo, generar efectos positivos que abarquen varias generaciones.

Se calcula, que cada año mueren por homicidio entre cuarenta y ciento cincuenta menores de 18 años, algunos de ellos, probablemente, como resultado de malos tratos. Se trata casi con toda seguridad, de una subestimación de la verdadera magnitud del problema, pues una importante proporción de las muertes debidas al maltrato infantil es atribuida erróneamente a caídas, quemaduras, ahogamiento u otras causas.

En situaciones de conflicto armado o en asentamientos de refugiados, las niñas están especialmente expuestas a la violencia, la explotación y los abusos sexuales por parte de combatientes, fuerzas de seguridad, miembros de su propia comunidad o trabajadores de asistencia humanitaria, entre otros…

“Síndrome de Alienación Parental, el trastorno que la OMS y la APA

se niegan a reconocer tratándolo como tabú, pero que judicialmente

algunos países y Cortes Internacionales, lo admiten para salvaguardar

el beneficio y bienestar de la Infancia”

El Síndrome de Alienación Parental (SAP), también conocido, como “lavado de cerebro”, es otro tipo de maltrato, aunque no está oficialmente reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni por la Asociación de Psicología Americana (APA), las dos organizaciones con más reconocido prestigio a nivel mundial en términos de salud y trastornos mentales, pero que si está aceptado por diferentes Cortes de Justicia en varios paises a nivel mundial, así como, por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), dicho organismo, establece el concepto jurídico, “Alienación Parental” y declara que vulnera el derecho humano al respeto de la vida familiar del progenitor alienado, condenando al Estado cuyas autoridades lo permiten.

El Síndrome de Alienación Parental (SAP), es un término, que fue acuñado por el profesor de psiquiatría, Richard Gardner, en 1985, para referirse a lo que él describió, como un desorden psicopatológico, en el cual un menor, de forma permanente, denigra e insulta sin justificación alguna a uno de sus progenitores, generalmente, aunque no exclusivamente, al padre y se niega a tener contacto con el otro progenitor.

Aunque a nivel mundial tiene sus detractores, también existen sus defensores, incluido grandes y reconocidos profesionales de la Psicología, como el Dr. William Bernet, Psiquiatra infantil y juvenil, definiendo el trastorno de alienación parental, en el American Journal of Family Therapy, en 2010, como: <<Un estado mental en el que un niño – cuyos padres están involucrados en un divorcio de alto conflicto, por lo general, se alía fuertemente con uno de los progenitores “el preferido” y rechaza la relación con el otro progenitor “el alienado”, sin justificación legítima>>…

Como se puede observar, en ambos casos, hacen referencia a progenitor “preferido” y progenitor “alienado”, en ningún momento, especifica que la “preferida” sea siempre o generalmente la madre y el “alienado” el padre… ya que tanto, el sustantivo “progenitor”, como el adjetivo “parental”, son palabras epicenas, o sea, se aplican en ambos casos sin diferencia de género, obviamente, por que este tipo de síndrome puede ser “creado” a los menores, por una u otra parte…, <<ni todos los padres son “santos”, ni todas las madres son el “diablo”>>…

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), ha resuelto situaciones de Alienación Parental como el Caso Mincheva contra Bulgaria, Sentencia de 2 de Septiembre 2010, JUR 2010\301146, demanda nº 21558/2003 especificando en su apartado 99, lo siguiente: “El Tribunal estima igualmente que al no obrar con la debida diligencia, las autoridades internas, con su comportamiento, favorecieron un proceso de Alienación Parental en detrimento de la demandante, vulnerándose asi su derecho al respeto de la vida familiar, garantizado por el artículo 8”.

Y es que más allá de las consecuencias psíquicas que se produce entre padre o madre, e hijo, que son tremendas, lo importante es el resultado irreconciliable por el que se hace a un niño ajeno a su padre o a su madre vulnerando el derecho humano del progenitor que establece el artículo 8 del Convenio.

España, condenada

España ha sido condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), en el Caso Saleck Bardi contra España, en Sentencia de 24 de Mayo de 2011, JUR 2011\174772, demanda nº 66167/09 donde afirma que: “En los asuntos relativos a la vida familiar, la ruptura del contacto con un niño muy pequeño puede conducir a una alteración creciente de la relación con sus padres”, pese a que la declaración de la niña reveló su “negativa a volver con su madre y a mantener todo contacto con ella”. Las autoridades españolas permitieron hacer a esta niña ajena a su madre, vulnerando su derecho humano al respeto de la vida familiar.

Otros ejemplos, entre muchos otros de estas sentencias del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH), son:

Caso Bordeianu contra Moldavia, Sentencia de 11 de Enero de 2011, JUR 2011\2703, demanda nº 49868/2008, párrafo 60 (“el cumplimiento de la sentencia en cuestión resultó ser un trámite muy delicado debido al síndrome de alienación parental que padece la niña”).

Caso Piazzi contra Italia, Sentencia de 2 de noviembre de 2010, párrafo 59 (“los intentos de la madre de enfrentar al menor contra su padre podían desembocar en un síndrome de alienación parental”).

Debido a todas estas desagradables circunstancias, los seres humanos deberían de concienciarse, que maltratar, en cualquier tipo de formato a un menor, es el acto de cobardía mas ruín que se puede llevar a cabo en el vida. Recordemos que se debe educar con amor, guiar con el ejemplo, felicitar en público y corregir con paciencia y ternura en privado.

Para concluir, voy a recordar las palabras que decía el poeta y pintor libanés, Gibran Jalil Gibran: “Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños”. Basado en estas palabras, el ser humano debería prestar atención y leer el cartel luminoso, que brilla en los ojos de los menores y cuyo mensaje dice: “Trátame con delicadeza, porque estoy cargado y lleno de sueños, que quiero y deseo cumplir”.

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