Gracias a la hermana de la madre que le donó su útero
Tamara Franco, una joven murciana que nació sin útero, acaba de presentar a su hijo Jesús, fruto de una donación de útero de su hermana Bárbara, algo más joven que ella y que ya es madre. El trasplante se hizo en el Hospital Clinic de Barcelona, que ha dado a conocer este lunes el proceso con el final feliz. Tamara se ha convertido en la primera mujer trasplantada de útero en dar a luz a un bebé sano. Hay otra mujer, una canaria de nombre Mayra, que también se sometió en julio del año pasado a un trasplante de útero. El síndrome de Rokitansky, vivir sin útero ni vagina, es una enfermedad rara con la que nace una de cada 5.000 mujeres, como Tamara.
“Ha sido un proceso muy duro a la vez que muy bonito y a pesar de todos los riesgos ha merecido la pena”, señaló la protagonista en rueda de prensa hace escasos momentos.
El camino comenzó en 2015, cuando el Clínic obtuvo permisos de comités de ética y del Departamento de Salud para llevar a cabo un programa experimental para trasplante de útero en cinco casos con síndrome de Rokitansky, que son mujeres que nacen sin útero ni trompas de Falopio, pero sí con ovarios. Y la primera en la lista fue Tamara, que en octubre de 2020 se sometió a una intervención de 20 horas para el trasplante de útero que le donó su hermana.
Dos meses después le vino la regla a Tamara. El proceso iba por buen camino. Ahora tenía que quedarse embarazada, algo que también se logró el pasado mes de septiembre.
Jesús vino al mundo el pasado 10 de marzo, a los siete meses de gestación, cumpliendo el sueño de Tamara, que antes se había sometido a varios procesos de reproducción asistida.
El trasplante de útero a Tamara no ha estado exento de cierta polémica, ya que se hizo sin la autorización final de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).